miércoles, 26 de marzo de 2025

Papel higiénico para limpiarse el culo

 

La viñeta de Riki Blanco en El País de hoy


Madrid, 26 de marzo de 2025

Papel higiénico para limpiarse el culo. Dada la panda de inútiles que gestionan la UE, claro lo tenemos. ¿Objetivo? Volver a la edad anterior a las cavernas cuando todavía no se había inventado el habla y la gente se entendía a garrotazo limpio, eso que hacen estos descerebrados estos días asustando a la población para ir preparando al personal y colarles ese absurdo gasto militar. Me cuenta un amigo al que días atrás han tenido que sustituir la rótula, que al día siguiente de la operación ya querían largarle a casa. Ello después de un año en la lista de espera. Ni papel higiénico tenían en el váter del hospital, y estos desmemoriados ahí los tenemos jugando a preparar la guerra en el momento preciso en que por todos los medios se está intentando parar el conflicto ucraniano. Guerra contra la paz. Eso, ¿por qué no ponen los medios para la paz ahí en lugar de desenterrar el hacha de guerra?

Europa, ni un intento ha hecho para conversar con Moscú, que para eso debería servir el lenguaje, para entenderse. Se lamentan, pobrecitos ellos, de que no les hayan incluido en las conversaciones EEUU/Rusia. Eso, necesitan seguir lamiendo el culo al imperialismo norteamericano. ¿No tiene la UE ganas, capacidad, disposición para ponerse a la mesa y hablar con sus inmediatos vecinos? Tienes problemas con tu vecino de piso y te quieres ir a Washington para que ellos te admitan en las conversaciones para solucionar tus problemas con tu vecino. ¿No es absurdo?

¡Amos anda! Si tú tienes un vecino que te molesta o va a producirte goteras en el techo del baño, no hablas con él, ni te marchas a Australia o la Luna para solucionar las goteras, sino que intentas quitarte las telarañas mentales de encima pidiendo un crédito de casi un billón de euros al banco, para con ellos, si llega el caso, aporrear a tu vecino y saltare la tapa de los sesos si es necesario.

La actitud bélica de los dirigentes de la UE es ridícula se mire desde donde se mire.

Estableciste pactos de convivencia en Minsk  con Rusia y después te los pasaste por la entrepierna; tu vecino, Rusia, en 2004 y en 2010 buscó fortalecer sus lazos con la Unión Europea mediante un acuerdo de cooperación en energía y seguridad. Hubo negociaciones para establecer un espacio económico común y mejorar el comercio, pero la obstinación de la OTAN y de la UE de llevar hasta las fronteras rusas sus bases militares fue la respuesta. En 2010 el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, propuso un nuevo Tratado de Seguridad Europea para reducir la influencia de la OTAN y establecer una arquitectura de seguridad que incluyera a Rusia en igualdad de condiciones.  En 2001 y 2002, Putin planteó la posibilidad de una alianza estratégica entre Rusia y la Unión Europea, llegando a insinuar que Rusia podría integrarse más estrechamente en el bloque europeo.

Putin propone una integración en Europa en una reunión de Estambul en 2022, un buen entendimiento de vecinos; el vecino quiere llegar a un acuerdo contigo, pero como a ti, memo de mierda, se te sale la prepotencia por las orejas, ni caso. ¿La última? Añadir al cerco ruso la incorporación de Ucrania a la OTAN. ¿Pero es que ustedes están locos? ¿Aguantaría el vecino de tu casa del tercero que lo tuvieras cercado por todos los lados y que además le quisieras imponer salir de su casa por el tejado?

Y en esta situación la última memez de la UE, la única solución que se le ocurre a esta gentuza es aumentar el presupuesto militar europeo en un 230%. Cuando lleno de soberbia y sentido de la impunidad y sin ningún ápice de sentido común rodeas, acosas la casa de tu vecino con todo tipo de armamentos, eso es la expansión de la OTAN, y esperas que tu vecino se quede ahí mirando a las musarañas mientras tú sigues cerrándole el cerco, lo que estás haciendo es una soberana estupidez. Quien no sabe llegar a un entendimiento con sus vecinos y saca la cachiporra como única señal de ese entendimiento es un soberano gilipollas.

Después viene el grandullón de la clase, ese que hace perrerías al resto del instituto y te dice que necesitas armarte contra ese vecino, y que lo hagas ya mismo, pero sabiendo que las armas te las va a vender él mismo. Y tú, tipo mediocre, al que parece que la han cortado la lengua y el entendimiento, le sigues el juego, porque entre que no sabes hablar ni entenderte con tu vecino y que necesitas al grandullón de allende los mares que te siga dando por culo, pues adelante.

Días atrás Javier Cercas defendía en el El País el hecho de vitalizar el sentimiento de sentirse europeo y la necesidad de alentar nuestra convivencia. Ser europeo, gran cosa ello, todos vecinos de una misma corrala compartiendo tantas cosas comunes, pero ¿qué sucede cuando el presidente de la comunidad de vecinos y sus representantes son unos imbéciles de solemnidad? Sin papel higiénico en algunos hospitales, el amigo del que hablaba más arriba llevaba esperando un año para la operación; con un sistema educativo que tiene goteras por todos los lados; con problemas graves de infraestructura que nos protejan de los caprichos de las lluvias (Valencia repetirá en la próxima riada); España con una población bajo el índice de pobreza del 20 % y esta gente proponiendo un aumento del 230% en el presupuesto europeo para… ¿para qué? Para alimentar entre otras cosas a la industria armamentística norteamericana. El gasto militar ruso en 2024 fue de 462.000 millones de dólares, el de la UE de 326.000 millones. Ahora, para estar muy por encima de ellos, no vaya a ser que con su tirachinas nos alcance, nos vamos a los 800.000 millones.

¿Añadimos a todo esto el golpe de estado del año 2014 promovido por Estados Unidos para deponer a un Yanukovich cercano a los rusos, para sustituirlo por otro afín a su gusto y complacencia? Algo que se repite a lo largo del siglo en todo el planeta y que los norteamericanos copiaron de los británicos en Oriente Medio.

No fiarse del vecino entra dentro de cierta lógica. Hitler estableció alianzas con Stalin y posteriormente aprovechando esa confianza invadió Rusia. Ahora, si fijamos ese criterio como universal, bien podríamos pensar que Francia o Alemania, o Marruecos o Portugal, pueden invadirnos. En cuyo caso habríamos de destinar el noventa por ciento del presupuesto nacional a defensa y dedicarnos a vivir en cuevas alumbrándonos con una vela en función de este planteamiento.

Y miro ahora, mientras como en un restaurante de Madrid, en la pantalla muda de un televisor a todos esos caretos da la política nacional, la cara de cinismo del tal Feijoó y la tipa de su derecha, las cejas arqueadas de Sánchez con expresión de decir vosotros hablad lo que queráis que yo me voy a pasar por allí mismo vuestros discursos; el rostro de Patxi López con el aspecto de quien está vendiendo una enciclopedia a la puerta de tu casa; la jeta de Rufián con su pinta de estar de vuelta de todas las ruinas que se cuecen en ese mismo parlamento… plena sesión de circo de cara a la galería con la que entretener al auditorio.

¿Dónde está el punto medio, ese de la virtud que decía alguien? Aquí esas cosas no cuentan. Ahora lo que toca es ir asustando a la población haciendo acopio de papel higiénico no vaya a ser que los rusos vengan y no tengamos papel higiénico para limpiarnos el culo.

 

 

 

 


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