El
Chorrillo, 2 de diciembre de 2024
“Total, iban a morir igual”.
Pareciera
que en este país la impunidad fuera a ser un mal imposible de erradicar.
Vivimos décadas y décadas de impunidad, las heridas quedan sin restañar y los
responsables, muertos o vivos, o reciben apaciblemente los sacramentos cuando
se van o continúan impunemente al frente de los puestos de responsabilidad
desde donde han podido cometer actos de lesa humanidad que lo jueces deberían
enjuiciar para determinar si lo que se hizo o no es un acto criminal. Un país
donde todavía, Dios sabe hasta cuando, donde los poderes mediáticos, los jueces
y una considerable parte del espectro político actúan todavía con la
prepotencia de quien, con democracia o sin ella, pueden seguir moviendo los
hilos del guiñol a discreción allá donde sus intereses lo requieran.
Hablamos
de impunidad. Se estima que tras
Hablamos
de impunidad. Tan soez es el argumentario en que se apoya esta gente que
vergüenza da oírla. ¡Se producen unas salvajes inundaciones en Valencia y mientras
estas devastan la región el responsable del gobierno regional satisface su
apetito comiendo con una periodista. No, no era necesario alentar a la
población ante el peligro, eso podía esperar. Más de 200 muertos. Este hecho
tampoco da para depurar responsabilidades. La culpa la tienen Sánchez y Teresa
Ribera, dice el líder del PP. En compensación a este delito no sólo no dimiten
sino que los responsables regionales además se suben el sueldo eliminando el
tope salarial que limitaba los ingresos de los altos cargos.
Impunidad
y paradojas. Un delincuente, pareja de
Impunidad.
En Madrid, en relación a 7291 ancianos fallecidos, investigaciones
periodísticas han señalado que aproximadamente el 75-80% de los ancianos
fallecidos en residencias durante la primera ola no fueron trasladados a
hospitales ni recibieron atención médica. Esto se traduce en que entre 5.468 y
5.833 personas de las 7.291 fallecidas podrían haber muerto sin recibir
atención médica directa.
Un poco
de historia:
Niños robados durante el franquismo y
Represión
y tortura durante el franquismo: Miles de personas fueron detenidas, torturadas
y ejecutadas por su oposición al régimen. Figuras como Billy el Niño, el
conocido torturador, jamás fueron juzgadas.
La
masacre de Vitoria (1976). Durante una huelga en Vitoria, la policía disparó
gases lacrimógenos y balas contra trabajadores encerrados en una iglesia,
matando a cinco personas y dejando más de 100 heridos. Ningún responsable
policial o político fue procesado.
Impunidad.
Atentados de grupos ultraderechistas durante
Los
Gal. Fueron asesinadas 27 personas, muchas de ellas civiles. Aunque algunos
responsables, como el exministro José Barrionuevo, fueron condenados, las
conexiones con altos mandos del gobierno nunca fueron completamente
investigadas.
La
impunidad en
Me surgió la escritura de este post a partir de la
obstrucción que está teniendo la divulgación del documental 7291 por parte de la administración
correspondiente, un paso más para obstruir los caminos de la justicia que
impulsan los familiares y simpatizantes de los ancianos fallecidos en Madrid
durante la pasada pandemia. Me surgió, y me apenó, porque allí donde encontré
la noticia, también tropecé con un largo comentario que de un modo u otro venía
a justificar la censura que se estaba imponiendo a la divulgación de este
documental, tachando de falsas y sin base las recriminaciones que se hacían a
la tal IDA, esa a la que le gusta la fruta, un ser absolutamente repugnante, en
relación con la desatención médica que se impuso por parte del gobierno de la
comunidad a los ancianos de tantas residencias, lo que desembocó en una
mortandad de más de 5000 ancianos que se podrían haber salvado durante la
pandemia, de haber recibido atención médica.
¿A quién atribuir tanta, tanta impunidad en nuestro país?
¿Cómo es posible que delitos tan notorios, tan horribles en nuestra historia
reciente queden totalmente impunes? ¿Es real aquello de que las leyes se han
hecho para robagallinas y nada más? ¿Que se han hecho para atrapar moscas y de
allí para arriba pueden saltarse los rigores de la ley? ¿Es acaso la ley una
herramienta de poder que utilizar a conveniencia, como hace la derecha y la
extrema derecha desde hace tiempo? Y si las cosas son así, ¿qué respeto merece
ésta, qué respeto los jueces, los políticos, si sabemos cual es el uso que se
va a hacer de ella? ¿Es la impunidad un índice de valoración de la solidez de
nuestras instituciones, de la democracia, de la ley?

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