domingo, 1 de diciembre de 2024

7291… y más. La impunidad como objetivo

 



El Chorrillo, 2 de diciembre de 2024

“Total, iban a morir igual”.

Pareciera que en este país la impunidad fuera a ser un mal imposible de erradicar. Vivimos décadas y décadas de impunidad, las heridas quedan sin restañar y los responsables, muertos o vivos, o reciben apaciblemente los sacramentos cuando se van o continúan impunemente al frente de los puestos de responsabilidad desde donde han podido cometer actos de lesa humanidad que lo jueces deberían enjuiciar para determinar si lo que se hizo o no es un acto criminal. Un país donde todavía, Dios sabe hasta cuando, donde los poderes mediáticos, los jueces y una considerable parte del espectro político actúan todavía con la prepotencia de quien, con democracia o sin ella, pueden seguir moviendo los hilos del guiñol a discreción allá donde sus intereses lo requieran.

Hablamos de impunidad. Se estima que tras la Guerra Civil, entre 1939, y 1973, la cifra de desaparecidos se sitúa entre 100.000 y 114.000 mil personas, todas ellas víctimas asesinadas sin juicio que fueron a parar a fosas comunes y junto a las cunetas de las carreteras. ¿Motivos por los que estos hechos no se han investigado? La derecha, allí donde gobierna ha impedido sistemáticamente por todos los medios la investigación de estos hechos. El empeño de Vox por derogar la Ley de Memoria Histórica y la obstrucción del PP al desarrollo de la misma, marcan la tónica de su actitud ante hechos que año tras año van quedando impunes. No hay que ser un lince para comprender la razón de este obstruccionismo sistemático. Es objetivo prioritario de los afines a los responsables de entonces eludir responsabilidades y con ello justificar intrínsecamente los asesinatos perpetuados entonces.

Hablamos de impunidad. Tan soez es el argumentario en que se apoya esta gente que vergüenza da oírla. ¡Se producen unas salvajes inundaciones en Valencia y mientras estas devastan la región el responsable del gobierno regional satisface su apetito comiendo con una periodista. No, no era necesario alentar a la población ante el peligro, eso podía esperar. Más de 200 muertos. Este hecho tampoco da para depurar responsabilidades. La culpa la tienen Sánchez y Teresa Ribera, dice el líder del PP. En compensación a este delito no sólo no dimiten sino que los responsables regionales además se suben el sueldo eliminando el tope salarial que limitaba los ingresos de los altos cargos.

Impunidad y paradojas. Un delincuente, pareja de la IDA, se lucra con el asuntos de las mascarillas, evade impuestos y ahora a quien hay que juzgar es al Fiscal General del Estado. De risa.

Impunidad. En Madrid, en relación a 7291 ancianos fallecidos, investigaciones periodísticas han señalado que aproximadamente el 75-80% de los ancianos fallecidos en residencias durante la primera ola no fueron trasladados a hospitales ni recibieron atención médica. Esto se traduce en que entre 5.468 y 5.833 personas de las 7.291 fallecidas podrían haber muerto sin recibir atención médica directa.

Un poco de historia:

Niños robados durante el franquismo y la Transición. Se estima que entre 30.000 y 300.000 bebés fueron separados de sus familias desde los años 40 hasta los 90, bajo argumentos como la “reeducación” o el tráfico de menores. La mayoría de los responsables (religiosos, médicos y funcionarios) no han sido procesados, y los archivos han sido destruidos o permanecen inaccesibles.

Represión y tortura durante el franquismo: Miles de personas fueron detenidas, torturadas y ejecutadas por su oposición al régimen. Figuras como Billy el Niño, el conocido torturador, jamás fueron juzgadas.

La masacre de Vitoria (1976). Durante una huelga en Vitoria, la policía disparó gases lacrimógenos y balas contra trabajadores encerrados en una iglesia, matando a cinco personas y dejando más de 100 heridos. Ningún responsable policial o político fue procesado.

Impunidad. Atentados de grupos ultraderechistas durante la Transición. Se cometieron numerosos atentados por parte de grupos ultraderechistas. El más notorio: la matanza de Atocha (1977), donde fueron asesinados cinco abogados laboralistas. Algunos responsables fueron juzgados, pero muchos casos quedaron sin investigar, y los grupos fueron protegidos por sectores del Estado.

Los Gal. Fueron asesinadas 27 personas, muchas de ellas civiles. Aunque algunos responsables, como el exministro José Barrionuevo, fueron condenados, las conexiones con altos mandos del gobierno nunca fueron completamente investigadas.

La impunidad en la Iglesia. Existen miles de denuncias de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero. La Iglesia española ha encubierto casos durante décadas. Razón de la impunidad: Falta de colaboración de la Iglesia con la justicia, prescripción de los casos y ausencia de una investigación estatal hasta 2022.

Me surgió la escritura de este post a partir de la obstrucción que está teniendo la divulgación del documental 7291 por parte de la administración correspondiente, un paso más para obstruir los caminos de la justicia que impulsan los familiares y simpatizantes de los ancianos fallecidos en Madrid durante la pasada pandemia. Me surgió, y me apenó, porque allí donde encontré la noticia, también tropecé con un largo comentario que de un modo u otro venía a justificar la censura que se estaba imponiendo a la divulgación de este documental, tachando de falsas y sin base las recriminaciones que se hacían a la tal IDA, esa a la que le gusta la fruta, un ser absolutamente repugnante, en relación con la desatención médica que se impuso por parte del gobierno de la comunidad a los ancianos de tantas residencias, lo que desembocó en una mortandad de más de 5000 ancianos que se podrían haber salvado durante la pandemia, de haber recibido atención médica.

¿A quién atribuir tanta, tanta impunidad en nuestro país? ¿Cómo es posible que delitos tan notorios, tan horribles en nuestra historia reciente queden totalmente impunes? ¿Es real aquello de que las leyes se han hecho para robagallinas y nada más? ¿Que se han hecho para atrapar moscas y de allí para arriba pueden saltarse los rigores de la ley? ¿Es acaso la ley una herramienta de poder que utilizar a conveniencia, como hace la derecha y la extrema derecha desde hace tiempo? Y si las cosas son así, ¿qué respeto merece ésta, qué respeto los jueces, los políticos, si sabemos cual es el uso que se va a hacer de ella? ¿Es la impunidad un índice de valoración de la solidez de nuestras instituciones, de la democracia, de la ley?

 


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