viernes, 7 de mayo de 2021

Vivir en una jaula

 

Sólo una broma, un guiño. Mi hijo Mario me disculpará...


"La libertad no es un estado sino un proceso; sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura". Miguel de Unamuno.

 

El Chorrillo, 7 de mayo de 2021

 

“Comenzamos a vivir en libertad cuando comprendemos que la jaula está hecha de pensamientos”. Me lo encontré esta mañana en un tuit de Laura González del Castillo, una himalayista que siembra su cuenta de vistosas frases de carácter moral. La acaramelada disposición con que en las redes los cartelitos dichosos intentan abrirse paso mostrando la cara bondadosa de todos aquellos que quieren mejorar el mundo o a sí mismos, me hacen reacio a detenerme en ellos, entre otras cosas porque nunca me gustaron del todo ese tipo de recetas en ostentosos carteles que muchos usuarios del FB acostumbran a colocar en sus muros. El trasiego de cartelitos que inundan la red con fuentes descomunales, lo que equivale en lenguaje corriente a hablar a gritos, gritos que reproducen probablemente el automatismo del copia y pega, no es de mi gusto; sin embargo hoy la frase era tan gráfica que hizo que me detuviera ante ella. Era del Twitter, pero también encontré otra dos joyas en FB que me sirvieron para encauzar esa idea que encabeza estas líneas: “Vivir en una jaula”.

La jaula en la que estamos metidos y que hemos ido fabricando tenazmente a nuestro alrededor, y a cuyo trabajo de construcción ha contribuido de una manera determinante la sociedad en la que vivimos, es de tan sólidos barrotes que resulta comprensible que se llegue al final de una larga vida sin haber sido capaces de forzar mínimamente alguno de sus barrotes, entre otras cosas porque éstos, con ser sólidos y resistentes, no son visibles al común de los mortales que vive su encierro como viven los canarios dentro de su jaula comiendo alpiste y cantando pero sin apercibirse de otro mundo que no sea el que tienen alrededor. Alguien colgó una jaula sobre una especie de perchero en una confortable habitación donde existe una hamaca, un par de sofás, una librería y unos cuantos cuadros distribuidos por las paredes, a lo que se suma una pequeña ventana con unos pocos geranios por donde entra el sol de cada mañana, metió allí al canario dentro y éste, que no ha visto otro mundo, se ha formado un concepto de la realidad a la medida de su encierro.

Esa es la impresión que tengo a menudo cuando miro a mi alrededor. Abro una página de FB sin más y bajo la imagen de Pablo Iglesias, que acompaña a un artículo que lleva este título: "Un adiós con generosidad e inteligencia”, un usuario, un tal Víctor Ontalba escribe: “Me puede comer los huevos este hombre, este hombre mañana se va de vacaciones a una suite presidencial al mejor hotel del mundo y asi el resto de su vida, sin aver trabajado en su puta vida y casi provocar una guerra civil en mi maravilloso país. Que te den por culo rata de cloaca”. Toda una pieza de museo para ilustrar ese analfabetismo funcional crónico que arrasa en las elecciones (cuidado, no todos, que hay votantes, muchos, de derecha que saben lo que hacen y merecen el mayor respeto, porque en eso consiste la democracia, en que cada cual pueda expresar lo que piensa; hablo de “los otros”, los que creyéndose libres son sólo el eco de sí mismos.

Hoy FB me sirve en bandeja ideas con que apuntalar mi post. Esto me encuentro en el muro de Ernesto Viñas: «[...] Había una norma muy reveladora: los esclavos debían seguir siendo analfabetos. En el sur de antes de la guerra, los blancos que enseñaban a leer a un esclavo recibían un castigo severo. "[Para] tener contento a un esclavo -escribió Bailey más adelante- es necesario que no piense. Es necesario oscurecer su visión moral y mental y, siempre que sea posible, aniquilar el poder de la razón". Esta es la razón por la que los esclavistas deben controlar lo que oyen, ven y piensan los esclavos. Esta es la razón por la que la lectura y el pensamiento crítico son peligrosos, ciertamente subversivos, en una sociedad injusta». (Carl Sagan).

Hay muchos más ejemplos que inclinarían a cualquiera que contempla el panorama de la realidad, a pensar que la libertad es un bien escaso en la cabeza de muchos ciudadanos. Hablo de la libertad, no de esas gilipolleces con las que anda trajinando la tal Ayuso y con las que intenta confundir al personal. Mi sensación, lo vengo repitiendo últimamente, es que hay demasiado canario metido en su jaula que ni idea tiene de que está enjaulado. Enjaulado por una educación que limita su vuelo y su manera de ver el mundo, enjaulados en un analfabetismo funcional que es la prolongación de ese analfabetismo del que hablaba Carl Sagan más arriba. Apenas hemos empezado a dar los primeros pasos en la vida, la sociedad ya empieza a poner barrotes a nuestro alrededor, normas morales, convicciones tantas veces abstrusas, educación para la sumisión y la obediencia, esquemas de comportamiento que seguir que se adapten a los criterios de los santones del momento, los brahmanes de la India se inventarán una estratificación de castas, la aristocracia tendrá a la plebe como carne de cañón y así sucesivamente… y con el tiempo, cuando al final llegue la democracia y dispongamos de tecnología punta, a quien no ha entrado por el aro de una manera lo harán entrar por otra. Todo lo que sea para evitar que el personal piense y sea gente de criterios propios.

Sólo la cultura da libertad… La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura".

Ya tengo a los mirlos frente a mi ventana dándose el baño matinal. Ayer, con esta primavera que empieza ya acalorarse, me acordé de ellos y me fui a por una fuente de barro y la coloqué frente a mi cabaña como otras primaveras. A ella acudirán a partir de ahora carboneros, mirlos y gorriones a bañarse cada día. Revolotean muchos más pájaros en nuestra parcela pero sólo estos tienen este tipo de afición. Los petirrojos a veces se acercan y beben en la fuente pero se ve que son de secano. La libertad, no está al alcance de todos, pero entiendo que sólo es un problema de gandulería; para ser libres hay que echarle cojones, un trabajo muy duro que no admite dejar en las manos de la sociedad ni de ningún desaprensivo nuestros criterios y nuestra manera de ver la vida.

 

 


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