El Chorrillo, 11 de septiembre de 2025
Anoche se me colocó el dolor del mundo bajo el edredón y ya no pude dormirme hasta las tantas. Y es que saber del mundo, al menos en mi caso, sigue siendo muy doloroso. Saber lo que está sucediendo en Gaza, saber de asesinos y criminales que gozan de impunidad y del asentimiento del “mundo civilizado”, me deja el sistema nervioso temblando. Que en Gaza estén asesinando día a día a niños, mujeres, ancianos, hombres y que por España anden esos mismos israelitas compitiendo en una carrera ciclista pone a mi sistema nervioso en crisis. Iré el próximo domingo por la tarde a las manifestaciones de la Vuelta, e imaginarme viendo entrar impunemente a los israelitas en sus bicicletas en las calles de Madrid suscitaba anoche en mí lo peor que el ser humano lleva dentro.
Ahora que mi teléfono ha vuelto a ser casi exclusivamente un teléfono, cuando le abro apenas un poco la puerta a lo que viene del mundo, aquél empieza a temblar de indignación. Estos días vuelvo a vivir, sin embargo, la tentación de abrir los periódicos de nuevo, pero todavía me resisto… no sé hasta cuando. ¿Es digno ser un habitante del Mundo y no querer saber nada de él, de sus inmundicias, de los locos de atar, de los asesinos, de la bazofia política que se cuela en el noble oficio de gobernar?
Hoy 11 de septiembre. ¿Reventará en algún momento el mundo, hinchado de ira, ahíto de injusticia o seguiremos pendientes de que un PIB saludable siga proporcionándonos un bienestar a los que ya disfrutan de él… y que a los demás les parta un rayo, o como en el caso de Israel, que los palestinos desaparezcan definitivamente de este planeta, dar más tierra a los colonos, desposeer a los otros, engordar, masacrar? El Mediterráneo y sus aguas son testigos desde hace años de la letárgica e hipócrita conciencia moral en que la cultura judeocristiana se mueve.
Mi teléfono ha vivido durante meses ajeno al mundo, a todo lo qué no fuera mi entorno personal y ahora el mundo vuelve a reclamar mi atención. Y sin embargo ¿cómo dormir tranquilo, así, sin más, sabiendo día a día de lo que sucede en él, sabiendo de la maldad, la estupidez, la desidia que con toda certeza van a entrar de nuevo a través de la pantalla de mi teléfono?
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