El Chorrillo, 6 de febrero de 2025
Este hombre, Pepe Mujica, con
aspecto de aldeano o cabrero, que te lo podías encontrar bajando a las vacas del
monte camino del establo, que habla quedo y sin prisas, que obliga a Évole a
guardar silencio y a darle tiempo, uno, dos, tres, cuatro segundos, para que
Pepe, que anda por ahí buscando en sus pensamientos sin prisa la respuesta que
debe dar al reportero español; este hombre, que en ocasiones parece ausente,
lejos de lo que se corre en el mundo, pero que se sonríe recordando su entrevista de hace unos días
con Slim, uno de los grandes millonarios de este planeta, se sonríe de lo
equivocado que pueden estar tantos cazadores de fortunas. Este hombre, le veo,
le escucho y entiendo tan perfectamente lo que siente, que me congratulo por la
edad que tengo y por lo que la experiencia de la vida ha ido metiendo entre el
tuétano de mis huesos, porque entreveo que sus pensamientos son mis
pensamientos. Yo un poco más áspero llamando chusma a esa plebe que me cae mal
y por cuya causa y voto el mundo va tan mal, o imbéciles a aquellos que… pero
no, Pepe Mujica es más elegante, más comprensivo, usa el gesto comedido de la
edad y dice que es pesimista técnicamente, pero optimista orgánicamente. El género
humano, el alma del sapiens al final siempre desarrolló herramientas para
seguir adelante, por eso Mujica confía, habla de optimismo orgánico. No le
queda otro remedio que encender una vela póstuma por la esperanza, saber que
Elpis, el de
Y entro en materia. El contexto, esta misma mañana que un amigo con el que discrepo cariñosamente –discrepar, ese grato entretenimiento, de política y economía–, se acuerda esta mañana de mí y dispuesto está en este momento con el otro amigo Papila a abrir una vía a la que pondrán, dice, que acordándose de mí, “El hombre que no veía la tele”, en alusión irónica a un servidor, que efectivamente no tuvo en casa nunca tele más que en un corto periodo de tiempo en que consideramos que nuestros hijos merecían ver un par de programas como Barrio Sésamo y El libro de Petete. Sucede que junto a su guasap, por encima de él, me encontré una de esas chinchetas que fijan en lo alto algo que él me quiere hacer recordar. ¿El asunto? Una conocida cita de Quevedo que reza: “Para hacer lo que quisieras, decid lo que debieras”. Creo recordar que aquello tenía algo que ver con la intervención de Garzón, entonces ministro de Consumo. En aquella ocasión, finales de 2021 y principios de 2022, en expectativa de las elecciones autonómicas de Castilla y León, Garzón dio una entrevista al diario británico The Guardian en la que criticó el modelo de las macrogranjas de España. Señaló que estas explotaciones intensivas producían carne de peor calidad y que tenían un impacto ambiental negativo, además de generar un trato inadecuado a los animales. Sus declaraciones fueron aprovechadas políticamente en plena campaña electoral. La oposición, el PP y Vox, le acusaron de atacar al campo español y pidieron su dimisión. Obviamente mi amigo, agarrado a la máxima de Quevedo, “para hacer lo que quisieras decid lo que debieras”, hacía la crítica correspondiente a Garzón, es decir que mejor aquello de a boca cerrada no entran moscas.
De la entrevista que vi anoche
de Pepe Mujica extraje una reflexión: “El problema es ganar voluntades, no
aplastar”. Mujica hablaba de la lentitud de los procesos humanos y se refería a
la cantidad de tiempo que le ha llevado siempre a la humanidad encontrar el
cauce adecuado del bienestar común. Si para hacer lo que quisieras, la consigna
es decir lo que debieras, puro marxismo decía mi amigo, ejemplos notorios
tenemos en
Anoche me quedé con otra reflexión de Pepe Mujica: “La cultura es hija del tiempo perdido”. La cultura, aquello que habrá de salvar a la ignorancia, causa de la mayoría de nuestros males. Pero no la “cultura” de la mentira, sino la cultura de la veracidad. Si la ley Mordaza es una puta mierda que nos han puesto encima a modo de dogal, es necesario derogarla y gritarlo a los cuatro vientos, si tantas granjas tal como están ahora nos hablan del maltrato animal y de la baja calidad de sus productos, es necesario terminar con ellas tarde o temprano. Que el PP y VOX van a aprovechar aquello para conseguir votos… triste. Pero es necesario saber que …que habrá un día en que todos al levantar la vista veremos algo más que mentira y desprecio por la inteligencia.
Y todo ello teniendo en cuenta
las palabras de mi amigo, que ahora andará abriendo una vía mientras yo abro también
otra vía, ésta una vía de comunicación para intentar encontrar una síntesis en
esa verdad que él defiende. Sus líneas: “Pura retórica querido Alberto, la
realidad es que en esta democracia liberal que tenemos en todo Occidente, solo
hay una forma de mejorar las condiciones de vida de la mayoría, y es desde el
poder. Desde la oposición se pueden decir verdades como puños y grandes
discursos, pero…”. Difícil síntesis, si es que ello es posible. Si es posible
porque la ignorancia se interpone en el camino y en consecuencia se da una gran
mayoría que se presta a ser carne de cañón en función de su pereza y su falta
de voluntad para ejercer el sentido crítico, es decir eso que tenemos encima de
los hombros, el coco, para discernir lo que es cierto de lo que no. ¿Habremos
de mentir como lo hace el PP y la extrema derecha para así etcétera…? Ni de
coña. Mejor esperar a que esa mayoría, esa inmensidad de gente que vota Trump,
Netanyahu, Milei, enjabone su cerebro con un poco de cultura. A fin de cuentas
con sus altos y bajos, indicios hay, a Bolsonaro le sucedió Lula da Silva.
Altibajos en
¿El camino?: Pues parece que no hay otro que ganar voluntades poco a poco, eso sí, con la verdad por delante.
Vencereis pero no convencereis.
ResponderEliminarQue frase tan grande. Que sabia. La conocemos desde hace más de 80 años, se dijo en unos momentos históricos para España. Hoy sin embargo hay que decirlo a los que invoquan el "muera la inteligencia". Otra gran frase que nos viene a la cabeza después de ver lo que están haciendo los genocidas, que quieren hacer desaparecer Gaza.
¡Cuanta sabiduría la de Pepe Mujica! Ejemplo para los actuales gobernantes. No tiene pelos en la lengua y tiene la suficiente autoridad moral para denunciar el giro tan peligroso que está haciendo la humanidad, con unos descerebrados al frente.
Qué buena pareja habrían hecho Mujica y Unamuno...
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